dissabte, 3 de desembre del 2016

Els llibres del Cristian III

Los Cantos de Maldoror. Isidore de Lautréamont

Tan extraña como original y fascinante es la imaginación delirante y abismal que se materializa en este libro a la sombra de la genialidad de Isidore Ducasse (1846-1870), autor que alcanzó la celebridad a través de su seudónimo “Conde de Lautréamont“, un mito literario que se alza solitario sobre los pilares de una amplia bibliografía que lo sitúa en el registro de los autores más controvertidos, discutidos y estudiados en la actualidad. Lautréamont, ese fantasma fiel a su manera invisible de aparecer, desgarra la lucidez del lector y decreta la quiebra de la racionalidad al servirse de la lógica del absurdo para atacar con furia la propia alteridad, que se expresa en el sistema del libro como provocación a las tradiciones o como seducción lingüística. En esa obra cifrada e impregnada de códigos, es soberano el arte literario, y lo que en ella se respira es el aire insalubre de atmósferas pantanosas y sombrías que sofocan y perturban incluso a los lectores habituados a las largas jornadas del pensamiento. Construida en forma de relatos imaginados, la obra de Ducasse amplía las posibilidades de la ficción y de las estructuras dramáticas lineales y, al mismo tiempo, desarticula, de golpe, el paradigma de la narrativa dramática estructurada sobre los pilares de la lógica aristotélica con planteamiento, nudo y desenlace. Y fue más lejos aún: transformó la palabra en entidad sonora, y la metáfora en entidad pensante. Lautréamont, un anticanónico que irguió sobre sus propios huesos una catedral de metáforas, es elevado ahora a la categoría de clásico universal, y en esta nueva traducción, de la mano de Manuel Serrat Crespo, se analiza la influencia del español, como primera lengua del autor, lo que le llevó a sembrar su obra de hispanos que daban una sonoridad más extraña aún a esa “lava líquida“ que son sus textos.

El llibre a la xarxa de biblioteques

Isidore de Lautréamont a la viquipèdia

Aquest és el llibre que en Cristian li regala a l'Alba a Retrum.